
Comentarios del World Council del Mercado del Oro: Abril 2025
Introducción
En abril de 2025, el precio del oro continuó su carrera alcista, superando los 3.500 USD por onza en operaciones intradía y cerrando el mes por encima de los 3.300 USD, lo que representa un incremento de un 6 % respecto a marzo. Este comportamiento refleja una combinación de factores macroeconómicos y geopolíticos que han reforzado el atractivo del oro como activo refugio.
Caída del dólar y pico de volatilidad impulsaron al oro
El desplome del dólar estadounidense fue uno de los principales motores de esta subida. Nuestro Modelo de Atribución del Retorno del Oro (GRAM) señala que el coste de oportunidad asociado al debilitamiento de la moneda norteamericana explicó gran parte del alza en abril. A ello se sumó un aumento significativo de la volatilidad en los mercados y las crecientes tensiones geopolíticas, que incrementaron la demanda de activos seguros.
¿Puede durar la racha del oro?
Hasta finales de abril, el oro acumula un alza cercana al 27 % en lo que va de año, superando con creces a otras clases de activo. Entre los factores que han sostenido esta subida destacan la incertidumbre en torno a la política comercial de EE. UU., la depreciación del dólar, el repunte de las expectativas de inflación y la continua demanda de bancos centrales. Además, los flujos hacia fondos cotizados en oro (ETFs) alcanzaron un récord de 21.000 M USD en el primer trimestre, con otros 11.000 M USD adicionales únicamente en abril.
¿Estamos en los inicios?
Aunque los flujos hacia los ETFs de oro han sido elevados, todavía existe margen de crecimiento. Las carteras cotizadas en el mercado occidental mantienen unas tenencias de oro un 15 % por debajo del máximo histórico de noviembre de 2020, lo que sugiere que el mercado de inversores no está saturado. Además, las posiciones netas largas en futuros de COMEX, que reflejan la parte más especulativa del mercado, se sitúan en su nivel más bajo en más de un año, muy por debajo del pico de 1.200 t alcanzado en 2020.
Riesgo bajo cualquier otro nombre… sigue siendo riesgo
La incertidumbre generada por la guerra comercial y las tensiones geoeconómicas globales ha elevado el índice de Incertidumbre de la Política Comercial (Global Trade Policy Uncertainty Index) a niveles extraordinarios. En estos entornos, los inversores recurren al oro como protección contra caídas del mercado y de la divisa estadounidense.
Centrándonos en la “parte real” de las tasas reales
El oro también se ha beneficiado de un contexto en el que las expectativas de inflación a corto plazo aumentan, mientras que los rendimientos de los bonos permanecen relativamente contenidos. Según nuestro análisis con GRAM, un repunte de la inflación a dos años de 100 puntos básicos podría impulsar el retorno del oro en más de un 1 %, incluso asumiendo que los tipos suban ligeramente.
Más allá de los inversores: consumo y oferta
Aunque la inversión ha sido el factor dominante en el rally del oro, la demanda de los consumidores y la oferta también son cruciales para su sostenibilidad a medio y largo plazo. Los elevados precios han moderado parte de la demanda de joyería, mientras que el reciclaje de metales preciosos sigue en niveles bajos. Además, las compras de bancos centrales siguen firmes, aunque en ocasiones los precios muy altos pueden frenar temporalmente sus adquisiciones.
Conclusión
El rendimiento del oro en 2025 ha sido espectacular, pero su velocidad plantea dudas sobre su permanencia. Creemos que factores estructurales —incertidumbre en la política de EE. UU., sensibilidad a la inflación y un nivel de acumulación de oro aún inferior al de ciclos anteriores— seguirán respaldando la demanda de inversión. No obstante, podrían producirse retrocesos puntuales por toma de beneficios o avances en las negociaciones comerciales, y será clave que los consumidores dispongan de tiempo para adaptarse a precios más elevados.