
El Mercado del Oro en Marzo 2025
Un euro fuerte y temores arancelarios impulsan el oro
Otro mes, otro récord. El oro cerró marzo a 3.115 USD por onza, un aumento del 9,9% mensual. Incluso un dólar estadounidense materialmente más débil —principalmente debido a la fortaleza del euro— no impidió un desempeño estelar y nuevos máximos en todas las demás divisas importantes.
Según el Modelo de Atribución de Retornos del Oro (GRAM, por sus siglas en inglés), la fortaleza del euro (y, por ende, la debilidad del dólar) fue una vez más un factor clave en el desempeño del oro, junto con el aumento del riesgo geopolítico relacionado con temores de aranceles. La compra de ETF de oro continuó a buen ritmo en marzo, con contribuciones desde todas las regiones. Los fondos estadounidenses lideran con entradas netas de 6.000 millones de USD (67 toneladas), seguidos por Europa y Asia con aproximadamente 1.000 millones cada uno. Aunque los flujos hacia ETF fueron positivos, los futuros en COMEX cayeron ligeramente en 400 millones de USD (5 toneladas), probablemente debido a la toma de beneficios.
Cuando los pozos se secan
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La liquidez ha sido clave, apuntalando tanto los activos financieros como la economía en EE. UU. tras la pandemia.
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Sin embargo, en 2022, las condiciones financieras se endurecieron fuertemente al retirarse la liquidez del mercado, provocando una rara caída conjunta en bonos y acciones.
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Actualmente nos encontramos en una coyuntura similar, pero con diferencias cruciales que favorecen al oro.
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El único obstáculo es la fuerte subida del oro; aunque se comparará con los picos de 2011 y 2020, el entorno sigue siendo favorable para nuevas alzas.
EE. UU… ayuda
La economía y los mercados financieros de EE. UU. se beneficiaron del apoyo monetario y fiscal desde la pandemia. El gasto fiscal impulsó la creación de empleo, especialmente en el sector público o relacionado (como salud y educación). Los mercados también se vieron beneficiados por la provisión de liquidez fiscal y el respaldo monetario continuo de la Fed.
Esto ayudó a reducir la prima de riesgo de los bonos del Tesoro y elevó los múltiplos bursátiles por encima de los niveles promedio pre-COVID. Sin embargo, la retirada de estas fuentes de liquidez en 2022 coincidió con la caída de los mercados de bonos y acciones, y una desaceleración económica. El oro también cayó un 20% en dos trimestres, antes de recuperarse.
En una encrucijada
Aunque la atención ha estado en los aranceles, el riesgo de liquidez sigue latente.
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El endurecimiento cuantitativo está disminuyendo, pero no hay señales de reanudación del estímulo monetario.
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El gasto público está restringido por la “Agencia de Eficiencia Gubernamental” y la Fed tiene poco margen con su herramienta de repos inversos.
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La liquidez en los libros de órdenes y bonos está cayendo, y el mercado laboral coquetea con la contracción: las horas trabajadas bajan, anticipando despidos.
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Las preocupaciones sobre los aranceles aumentan la incertidumbre sobre la resiliencia del empleo.
Similitudes, pero también diferencias
Si vemos otra sequía de liquidez, es probable que no sea como la de 2022:
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La inflación actual es persistente pero con crecimiento débil: un entorno de estanflación. Es poco probable que suban los tipos de interés, y el dólar podría seguir debilitándose.
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Los bancos centrales han apoyado el precio del oro durante tres años y no hay señales de que dejen de hacerlo.
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Los inversores en ETF de oro de EE. UU. han estado al margen, lo que sugiere espacio para seguir comprando.
Los fundamentos se mantienen…
El aumento actual ha sorprendido. Pero el oro no es un commodity típico: la producción primaria tiene un efecto limitado en el precio.
La voluntad de mantener oro y no venderlo, dada la gran incertidumbre política y económica, podría generar un verdadero impulso.
Comparado con 2011 y 2020:
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Los ETF de oro son una parte mucho menor del total de activos en ETF en EE. UU.
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Los rendimientos reales son más altos, lo que sugiere más riesgo bajista para los bonos que para el oro.
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Los múltiplos bursátiles siguen altos, y si caen, beneficiarán al oro como refugio.
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Los diferenciales de crédito son más bajos que en los picos anteriores, con espacio para ampliarse (positivo para el oro).
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El dólar sigue fuerte en términos reales, aunque ha caído en 2025. Con políticas que favorecen un dólar más débil, esto podría ser otro viento a favor.
…Pero no sin riesgos
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Los bancos centrales podrían reducir su ritmo de compra si los precios se mantienen altos.
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La demanda del consumidor podría enfriarse si el precio sube muy rápido.
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Una crisis de liquidez podría forzar ventas de oro para cubrir márgenes.
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La incertidumbre política y los aranceles están inflando el precio del oro: cualquier resolución podría eliminar esa prima.
En resumen…
Aunque hay riesgos tras esta rápida subida, los fundamentos actuales son distintos (y más sólidos) que en 2011 o 2020.